Pablo Pérez, la principal víctima de la agresión de los hinchas de River al micro de Boca en la previa de la Superfinal, contó cómo vivió los hechos en el ingreso al Monumental y reveló que hasta la ambulancia que los trasladaba al sanatorio junto a Gonzalo Lamardo -el otro herido- recibió impactos de proyectiles.

"Había estallidos de vidrios constantemente. No fue muy lejos de la entrada, los piedrazos fueron hasta la puerta. Y después, cuando salimos del estadio, nos siguieron tirando a la ambulancia", afirmó, luego de un nuevo chequeo médico en el Sanatorio Otamendi de la Capital Federal.

El protagonista agregó: "Yo no puedo ir a una cancha donde no me brindan seguridad. ¿Qué pasaba si ganábamos? ¿Quién me saca de ahí? Si la gente estaba loca antes de entrar imaginate si les dábamos la vuelta en su cancha, !Nos matan! Yo tengo tres hijas, tengo mi señora. Mi hija mayor cuando llegué a mi casa me abrazó y estaba llorando. Yo no puedo jugar al fútbol así, si voy a una cancha donde sé que puedo llegar a morir".

El capitán del equipo de la Ribera también manifestó: "El episodio del sábado fue lamentable. Fue muy raro, no había mucha gente después del puente y de repente aparecieron todos acumulados en un solo lugar. Esto no puede pasar más. Si el ojo me lo sacan no me lo paga nadie".

Por último, el jugador reconoció que Miltón Casco e Ignacio Scocco, ambos jugadores de River que fueron compañeros suyos en Newell´s le escribieron para conocer su estado de salud.