El presidente de Argentina, Mauricio Macri, pidió en la conferencia de prensa de hoy hacer una profunda reflexión para evitar que la violencia vuelva a impedir que el país celebre una final de fútbol, en referencia al partido entre River y Boca que finalmente acogerá Madrid por los disturbios en El Monumental.

"Han sido duros días los que vivimos el fin de semana anterior. Lo que cabe es una profunda reflexión por parte de todos. Por qué nos pasan esas cosas y nos permitimos creer que en un partido es distinto a la vida diaria, por qué toleramos violencias que en el día a día no estamos de acuerdo", manifestó Macri ante los medios.

Según Macri, que compareció este lunes ante la prensa para expresar sus conclusiones de la cumbre del G-20 de este fin de semana, se refirió al maltrato que sufrieron también ese día autoridades como el presidente de la FIFA, Gianni Infantino. "A mí me parece mucho peor que unos violentos que tiran piedras a un colectivo los violentos que escupen a otra persona que tienen al lado. Me parece inaceptable. Lo que pasó en el ingreso a la confitería de River, con las autoridades del fútbol internacional, es muchísimo más grave que lo que pasó en la calle", sentenció y agregó: "Tenemos que hacer una profunda reflexión al respecto y sentir que no nos puede volver a pasar, que autoridades del fútbol internacional digan que no podemos terminar una final en nuestro país".

El Presidente recordó que el Gobierno ha enviado al Congreso un proyecto de ley para terminar con la violencia de los barras. "La solución no es poner cada vez más policías, sino que los que cometen un delito vayan presos, y les aseguro que lo van a pensar varias veces antes de volver a hacerlo", señaló. "La mayoría somos gente normal, que no tiramos piedras ni escupimos", concluyó.

Vale recordar que el encuentro de vuelta de la final de la Copa Libertadores, que había sido programado para el sábado 24 de noviembre, se pospuso porque hinchas del Millonario lanzaron proyectiles al micro que transportaba a los jugadores de Boca e hirieron a algunos de ellos. La Conmebol decidió entonces que la final se disputara fuera de territorio argentino, en Madrid, al no cumplirse las condiciones de seguridad para jugarse en el país.