Mientras los dirigentes de River, Boca y la Conmebol se solidarizaban para acordar la suspensión de la segunda final de la Copa Libertadores, a raíz de los ataques de los hinchas Millonarios al micro de los jugadores Xeneize, el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, irrumpió la charla y pidió jugar a toda costa el partido en el Monumental.

"Quiero un responsable de esto, pero el partido se tiene que jugar", fueron las palabras de Infantino, en relación al ineficaz operativo policial en Núñez.

Inmediatamente la Conmebol acató esa orden y la comunicó a través de su cuenta oficial de Twitter y los altoparlantes del Monumental.