Independiente clasificó a cuartos de final de la Copa Libertadores luego del 0 a 0 de esta noche y del 3 a 0 que le otorgó la Conmebol en la ida por la mala inclusión de Carlos Sánchez en el equipo brasileño.

El Rojo tuvo la chance de abrir el marcador desde los 12 pasos en los pies de Maxi Meza, pero el arquero brasileño se quedó con el remate. La historia estaba igualada en cero cuando a los 80 minutos se comenzaron a registrar incidentes en las tribunas del Estadio Pacaembú. Un grupo de hinchas comenzaron a tirar petardos y bengalas al campo de juego. Rápidamente los futbolistas de Independiente se juntaron en el centro del campo de juego para refugiarse de los ataques.

El árbitro Julio Bascuñán esperó 5 minutos a ver si la Policía brasileña podía restablecer el orden, pero no fue posible. El chileno no dio vueltas: juntó a los jugadores de ambos equipos y decretó el final del partido; de esta manera Independiente pasó a cuartos de final de la Copa en un ambiente totalmente hostil. 

Los hinchas brasileños no soportaron el fallo de la Conmebol.

Después de 28 años, el equipo de Avellaneda volverá a jugar los cuartos de la Libertadores y espera por River o Racing.