La tarde en el Bosque era perfecta, pero el Lobo se durmió, se terminó quedando sin la victoria y con un punto que dejó más amargura que alegría. Gimnasia comenzó perdiendo, lo supo dar vuelta con hombre de más y en una jugada quieta, Vélez logró llegar a la igualdad con una jugada preparada. El resultado final, fue igualdad en dos en un encuentro atractivo.

Por sus nombres, aunque su nivel fue disminuyendo, la visita arrancó dominando el juego y casi desde el vestuario comenzó ganando el partido. A  los minutos, Francisco Ortega aprovechó el espacio que había entre Johan Carbonero (quien jugó finalmente pese a la denuncia recibida por abuso) y Marcelo Weigandt por el sector derecho, lanzó un centro para que aparezca por el lado opuesto Thiago Almada y el número 10 ponga la ventaja para los de Liniers.

El golpe del gol en contra, llevó a los locales a tener que necesitar varios minutos para acomodarse en el campo. Mientras tanto, los dirigidos por Mauricio Pellegrino, tenían el control de la pelota pero siempre jugaban lejos del arco defendido por Jorge Broun.

Desde los 30 minutos hacía adelante, el Lobo mejoró. José Paredela y Matías García se hacían dueño de la pelota, y con más ímpetu que juego, ganaron espacio. Antes de que terminé la primera parte, el ex jugador de Rivadavia de Lincoln armó una contra, asistió a Carbonero y el colombiano se encontró con el buen arquero de la visita, Alexander Domínguez.

En el complemento, la historia fue distinta y los dirigidos por Sebastián Méndez comenzaron el partido decidido a conseguir empate. Tal es así, que una presión de Weigandt (uno de los puntos altos), se encontró con un penal. El ex Boca le punteó la pelota a Luciano Gianneti, quien se lo llevó puesto, le cometió la infracción y recibió la tarjeta roja por Patricio Loustau luego de ver la segunda amonestación. Poco le importa a Caco García que cambió el mismo por gol.

Con el empate y la superioridad numérica, Gimnasia creció, pero no lograba inquietar a Domínguez con profundidad, hasta que a los 28´que Carbonero remató de afuera del área, la pelota dio en el palo derecho del portero rival que hizo vista  y se metió en su valla para poner el 2 a 1. Festejo del particular del cafetero que hizo un gestó de "yo no, yo no", moviendo su dedo índice, haciendo referencia a que no es culpable del hecho anteriormente nombrado.

La ventaja le quedaba perfecta al local que era superior y hasta tuvo chance de cerrar el marcador en los pies del ingresado Eric Ramírez. Pero no lo logró y lo pagó caro. 

Vélez se encontró con una pelota quieta cerca del área, Ricardo Álvarez se posicionó frente a la pelota y cuando parecía que remataba al arco, ejecutó una jugada maquetada en la Villa Olímpica y asistió a Luca Orellano, que ingresó minutos antes y puso la igualdad.

Ya no había tiempo para más. El empate dejó más satisfacción a la visita que a los Triperos que dejaron pasar la chance de quedarse punteros en soledad en la Zona 6. Ahora comparte la cima con Huracán, su próximo rival el domingo 14.00 en el estadio Tomás Adolfo Ducó.

Más allá de la amargura por como se dio el desarrollo, el hincha se ilusiona con la actuación del equipo y tiene esperanza de avanzar entre los dos primeros.