El conflicto social que atraviesa Chile abrió el interrogante sobre la disputa de la final de la Copa Libertadores entre River y Flamengo de Brasil. El encuentro está programado para el próximo 23 de noviembre en el estadio Nacional de Santiago y, en estas horas, comenzó a sonar fuerte la posibilidad de que la definición cambie de sede.

Se especuló sobre la chance de trasladar el partido a la Nueva Olla, en la ciudad de Asunción, donde Colón de Santa e Independiente del Valle jugará el 9 de noviembre la final de la Copa Sudamericana.

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Sin embargo, en Chile no se bajan y Cecilia Pérez Jara, la nueva Ministra de Deportes de Chile, confirmó que Santiago albergará el encuentro entre River y Flamengo. “Hemos ratificado, a nombre del presidente Sebastián Piñera, nuestra firme voluntad y compromiso de realizar la final de la Copa Libertadores en nuestro país”, aseguró.

“Es una fiesta deportiva que le hace bien al país y sirve para unir”, agregó la funcionaria y aseguró que estarán dadas las condiciones de seguridad necesarias para recibir la competencia.