El intendente de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, fue tajante al referirse al otorgamiento de prisión domiciliaria a cientos de presos del sistema penitenciario Provincial y Federal, con motivo de prevención del coronavirus. El mandatario definió como “indignante” que “los presos estén en la calle”, y reavivó el fuego por la polémica sobre la que el Gobierno busca despejar responsabilidades propias.

Es indignante, porque mientras la gente está encerrada cumpliendo la cuarentena tenemos presos que salen a la calle”, fueron las palabras del jefe de Gobierno porteño en el marco de un conferencia brindada esta mañana junto al titular de Salud de la Ciudad, Fernán Quirós.

Las palabras de Larreta surgen en un marco donde tanto los medios como la opinión pública refuerzan las versiones de “liberar presos” como parte de una presunta iniciativa del oficialismo.

Cabe señalar que, desde la Procuración de la Suprema Corte de la Provincia a cargo de Julio Conte Grand, de manera estimativa se calculan unas 1400 prisiones domiciliarias otorgadas en lo últimos días solo a nivel bonaerense. A esto se suma el caso de un hombre que ayer fue capturado tras robar una heladería en Almagro y, tras realizar averiguaciones, se descubrió que había obtenido prisión domiciliaria 24 antes desde el penal de Marcos Paz.

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“Venimos haciendo un esfuerzo enorme por mejorar la seguridad y cuando nos encontramos con situaciones como esta, es indignante”, criticó el mandatario porteño, y agregó: “La presencia policial nunca se aflojó, al delincuente lo agarraron robando y lo metieron preso de nuevo”.

Vale recordar que las prisiones domiciliarias comenzaron a volverse expeditivas luego de una semana marcada por violentas protestas en diferentes penales del Sistema Penitenciario Bonaerense y del Federal. La más destacada fue la ocurrida en el establecimiento de seguridad de Florencia Varela, donde una brutal represión policial culminó con la muerte de Fernando Rey, de 30 años.

En el caso del SPB, según estadísticas, la situación es de más de 45 mil presos alojados sobre un sistema dispuesto para poco más de 20 mil, cifras equivalentes a una superpoblación del 110%. Este problema se profundizó ante el masivo incremento de detenciones durante la gestión bonaerense de María Eugenia Vidal, con Cristian Ritondo a cargo de la cartera de Seguridad.