En la campaña para las Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), Cambiemos optó por una estética al estilo “charla ted” con un escenario 360º a la altura de los espectadores por recomendación del asesor de imagen del presidente Mauricio Macri, Jaime Durán Barba; y a pesar que la precandidata, Elisa “Lilita” Carrió, se mostró crítica de los consejos del gurú ecuatoriano, tuvo que ceder aunque no escondió su incomodidad con ser “show-woman”.

En varias oportunidades los medios de comunicación fueron el epicentro de los desencuentros entre la Diputada y el asesor. Se ha escuchado a Carrió asegurar que él “la odia”; a la vez que se mostró descreída de su trabajo al afirmar que su imagen “depende de lo que soy, no de Durán Barba o de gastos de publicidad”. También, manifestó que se “puede ganar elecciones, pero con eso no se cambia a un país”.

Durán Barba es más cauto con las palabras e intenta no hablar cuando se le pregunta por la Diputada, pero tampoco se quedó atrás al tratarla de “señora que tiene la lengua tan larga".

A pesar de los encontronazos, Carrió no tuvo más alternativa que aceptar las reglas del juego que implica conformar un frente con el PRO como “jefe” y si bien, en todos los actos anteriores logró ser fiel a su estilo, en el acto de cierre de campaña se mostró en un escenario de 360º hablándole a la multitud cual “show-woman”. Punto para Durán Barba.